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Publicado en Klassikbidea el 16 de mayo de 2017

 

Juanjo Mena abre su concierto de esta tarde en el bilbainísimo Teatro Arriaga con la obertura de The Wasps (Las avispas), música de Vaughan Williams sobre la sátira de Aristófanes, una obertura que tiene alguna presencia en concierto pero muy poco escuchada en Euskadi (la estrenó Arambarri en 1946 en el desaparecido Teatro Buenos Aires, no sé si se ha ofrecido posteriormente).

Pero las avispas han precedido a la presencia del reputado maestro esta tarde en el Arriaga. En unas declaraciones publicadas hoy en el periódico Gara -entrevista de Mikel Chamizo-, Mena dice que la influencia política en la elección de los profesionales que gestionan las orquestas vascas es demasiado grande y que eso nunca puede ser bueno. Después se refiere a los obstáculos administrativos como la principal razón por la que él se marchó de Bilbao. Estas visiones sobre su pasado en la BOS y sobre la impronta política en la gestión de las orquestas siguen vivas en el Maestro años después de su salida de la Sinfónica de Bilbao. Parece incapaz de superar aquella etapa. Bien, convendría saber de forma más precisa a qué se refiere Mena con obstáculos administrativos, una expresión que puede esconder dentro demasiadas cosas distintas. Un obstáculo administrativo puede ser, por ejemplo, decir no a un proyecto viable de educación musical en los colegios, algo importantísimo y que siempre tiene en mente Juanjo Mena; pero también puede ser un obstáculo administrativo que te digan “no” a una iniciativa si el proyecto en el que participas ya tiene generado un déficit de cientos de miles de euros. Ambas materias serían, por igual, obstáculos administrativos, pero de una naturaleza y una motivación completamente diferentes.

Después la entrevista pone en boca de Mena: “Por otra parte, a las orquestas vascas les convendría tocar más música diferente. En Bilbao e Iruñea hacen un programa semanal, y la Orquesta de Euskadi uno cada dos semanas. No creo que esa dinámica sea buena para los músicos, que necesitan estar siempre muy activos para dar lo mejor de sí mismos”.

Por pura coincidencia estos días he conocido los planes de las orquestas vascas -excepto OSN- para los próximos meses. Al leer esas palabras he pensado en los profesionales de las orquestas, específicamente en mis numerosos amigos personales, y he pensado que es temerario y desafortunado hablar así. Los y las músicos de las orquestas vascas están realmente muy activos, son buenos profesionales y no están sometidos a una mala dinámica sino que están tocando muy bien, y las orquestas en las que trabajan, las orquestas vascas, están sonando muy bien. ¿Desde cuándo no ha escuchado Mena a la BOS en directo?

Su orquesta de la BBC quizá esté a otro nivel, pero en realidad lo que está es en otro plano. La plantilla de músicos de la BBC Phil. es más corta que la de la BOS -similares cuerdas, menos maderas y metales- y sus filas están nutridas frecuentemente por extras, al modo de tantas orquestas británicas excelentes, hay que decirlo; y el personal administrativo de su orquesta es sensiblemente mayor que el de la BOS. Creo que también sucedería lo mismo respecto a la OSE. De modo que Juanjo Mena, estupendo director vasco que va a dirigir en Euskadi en Bilbao -hoy- y en Quincena Musical -en agosto-, tal vez debiera considerar que ni las dinámicas de las orquestas ni las épocas son comparables, y que su paso por la BOS es puro pasado y que la orquesta ha evolucionado. Podría haberse gestionado mejor, quizá, pero las instituciones la han soportado contra viento y marea en periodos de gran dificultad, y sus músicos han soportado dificultades que no han trascendido siempre al público por su gran profesionalidad y alto nivel musical.