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Afkham, nuevo titular de la ONE

La Orquesta Nacional de España ya tiene un nuevo director titular: David Afkham, alemán de 30 años. De nuevo un director muy joven al frente de una formación veterana. Uno más: Lionel Bringuier, 26, con 19 director asistente de Salonen en la Filarmónica de Los Ángeles y titular de la Tonhalle con menos de 30. Dudamel, titular en Los Ángeles con 28, habiendo sido titular en Gotemburgo con 25.

En el ámbito de la ONE, Ataulfo Argenta fue titular con 34 y Frühbeck de Burgos fue titular con 29, un año menos que Afkham, y llegaba de ser titular en Bilbao con 26.

Célebres directores: Mahler, director con 26 de la ópera de Leipzig, con 28 de la ópera nacional de Budapest. Karajan: debut con la Filarmónica de Berlin con 29. Celibidache, titular de la misma formación alemana con 33. Willem Mengelberg, titular del Concertgebouw con 24; Horenstein dirigía asiduamente Berlin y Viena con menos de 30; Haitink tenía 30 años y ya era titular de la Concertgebouw; Masur, Filarmónica de Dresde con 31; Tilson Thomas, Buffalo con 28; Toscanini, titular del conservador Teatro alla Scala con 29.

La lista podría ser mucho mas larga, aunque otra tipología (gente que llega a la titularidad de importantes formaciones con al menos una década más) es mayoritaria. Pero no es excepcional que los directores de orquesta salten muy jóvenes a grandes responsabilidades, ni es una moda recién inventada. Otra cosa distinta es: ¿qué aportan realmente a la interpretación del gran repertorio? ¿Son esas edades idóneas para una unión estrecha entre la orquesta y su titular?

Sobre esto caben varias lecturas. La primera, que nombrar titulares a jóvenes fulgurantes dificulta la titularidad de maestros que están sencillamente en lo mejor. Desde la perspectiva del oyente no cambiaría a los actuales Abbado, Masur, Haitink… por sus treinta años, aunque probablemente sí lo haría desde la perspectiva de las orquestas: cuánta energía y brillantez debían inocular.

La segunda consideración es que existe una lectura progresiva y vital de determinadas partituras que probablemente es inabordable con esas edades, ¿puede hacerse un Te Deum de Bruckner con 25 años? ¿Qué ofrece una Tercera de Mahler de Nézet-Séguin? Material para una buena charla, preferiblemente al calor de una chimenea. Pero, en su mayor parte, los directores que he nombrado fueron elegidos precisamente para renovar las estructuras de las orquestas, y vaya si lo hicieron. Basta pensar en el joven Abbado y su predilección temprana por el repertorio del S. XX. No son la mejor opción para determinado repertorio (aunque tampoco pueda desdeñarse) pero pueden compensarlo.

David Afkham no es el primer joven maestro en hacerse cargo de la ONE, y es de desear que no será el último. Creo que su nombramiento tiene mas de acierto que de apuesta, y que vendrá muy bien para encarar un nuevo periodo orquestal en el que la ONE logre un espacio entre las mas reputadas orquestas europeas.