Publicado en «Territorios» de El Correo, 24 ede febrero 2024
Sir Neville Marriner y Academy of Saint Martin in the Fields forman uno de los grandes binomios de la música clásica de los últimos sesenta años. Tan exquisitos como prolíficos, protagonizaron juntos muchísimas grabaciones de un repertorio muy amplio, del barroco a la música de los siglos XX y XXI. Sus interpretaciones de Bach, Haendel o Vivaldi son referenciales, pero hay que escuchar su espléndida grabación del Concierto para dos orquestas de cuerda de Michael Tippett o Eight songs from isolation (con obra de otros tantos compositores, entre ellos Thomas Adès, Freya Waley-Cohen o Huw Watkins y relativa a Covid-19) para situarles como una formación abierta al discurso musical vivo. En ese arco caben también Haydn, Beethoven, Mendelssohn, Chaikovski y otros incontables compositores, en una exhibición de versatilidad y calidad deslumbrante.
Pero, más allá de los círculos musicales, Academy of Saint Martin debe su fama a la oscarizada película Amadeus. Ya gozaba de una sólida reputación como una de las principales orquestas de cámara del mundo, pero el cine fue el vehículo para que millones de espectadores conocieron algo de Mozart a través de la sólida ficción de Milos Forman, que incluía en su banda sonora fragmentos de composiciones de Mozart (principalmente) seleccionados por Marriner e interpretados por la Academy. También el disco con la banda sonora fue súper ventas, ganando el premio Grammy en 1985. Esto catapultó el prestigio de los londinenses. Entre las personalidades que aportaron su talento a esta banda sonora de destellos deslumbrantes se encuentran Lucia Popp, Alfred Brendel, Anne Sofie von Otter o Kiri Te Kanawa. Unos mimbres fabulosos.
Precisamente Mozart copa los dos programas que la orquesta tocará en la que es su primera visita a Bilbao. Apenas unas semanas antes de la conmemoración del centenario del nacimiento de Marriner, su extraordinario legado interpretará las sinfonías números 1 y 41 en el primer programa, y el Concierto para violín número 5 junto a la Sinfonía número 25 en el segundo, una doble ocasión para admirar y disfrutar el diálogo profundo que la Academy ha mantenido y mantiene con el compositor austriaco.
Sir Neville Marriner falleció en 2016, tras un trabajo continuado de más de 30 años con su espléndida orquesta. Unos años antes, el violinista Joshua Bell ya había comenzado a ejercer como director musical, asumiendo la reputación de una de las principales formaciones de Cámara del mundo y decidido a dar continuidad y profundidad a su prestigio. El violinista Tomo Keller, que lidera la visita a Bilbao desde su posición de primer violín y será solista en el Concierto número 5, también mantiene una relación continuada y profunda con Academy of Saint Martin. Él y Bell son los dos pilares fundamentales de la orquesta en el siglo XXI.
Aunque sumergida en las corrientes del brexit, muy activas y muy corrosivas en los cimientos de la música y las artes, Academy of Saint Martin sigue siendo una formación impresionante y reconocible en su tradicional enfoque hacia la meticulosidad y la precisión como pilares de un sonido sólido y riquísimo en matices, con una personalidad muy expresiva, que apela e implica al público en la construcción de la escucha como parte activa de la experiencia musical. De alguna manera, los fundamentos democráticos y evolucionados de su gestión, inculcados por Marriner, se trasladan desde la orquesta a la gente que la escucha. El Minueto de la 41, Júpiter o el Andante de la número 25, van a ser experiencias memorables escuchadas a una orquesta cuya visita probablemente marque esta edición de Musika Música.