La primera vez que encontré esta pintada me conmovió hasta la médula. En un viaje posterior volví a encontrarla allí, en una placita destarlatada del barrio La Boca, entre calles de casas bajas, y la fotografié. Estaba quizá algo mas deteriorada, y su humildad resultaba todavía mas sobrecogedora así envuelta en la luz de un atardecer de primavera. También seguía allí el agradecimiento a unas tiendas del barrio que habían proporcionado las pinturas.
Buenos Aires, querido. Un gran monumento.
Hoy ha muerto en la cárcel el militar asesino Jorge Rafael Videla.
©Joseba Lopezortega Aguirre, Bilbao, 2013 – http://wp.me/Pn6PL-3p